---------------------------------------------------------------------------------------------------

---------------------------------------------------------------------------------------------------

martes, 2 de octubre de 2018

DE FUENSANTA A SANTIAGO EN BICICLETA - "Un sueño hecho realidad"


DE FUENSATA A SANTIGO EN BICICLETA

Un Sueño hecho realidad

 

Todo comenzó una tranquila tarde del invierno pasado, cuando comenzamos a idear nuestra gran aventura, y a la vez uno de nuestros sueños por cumplir. Debido a nuestra actual situación personal y laboral, vimos que era el momento idóneo para intentar lograr llegar a Santiago de Compostela desde nuestro pueblo, una ilusión que llevábamos arrastrando desde hace ya varios años. No iba a ser la primera vez que llegábamos a Santiago como peregrinos, ya que este seria el tercer camino que haríamos, seguramente el mas deseado y el mas especial.

Comenzamos a informarnos sobre la ruta que deberíamos de seguir, ya que podíamos elegir entre varias alternativas bien el camino de Levante o el del Sureste los cuales se van entrelazando hasta Zamora, donde se unen con el camino francés, la vía de la plata y el camino Sanabrés hasta Santiago de Compostela. De esto se encargo Juan, así como de inventariar todo el material que íbamos a necesitar tanto para las bicicletas como para nosotros.

Día tras día íbamos solventando dudas y teniendo las cosas mas claras. Organizamos las etapas guiándonos con información que buscamos en Internet ya que hay muchas páginas webs y foros donde lo explican todo muy muy bien, y también adquirimos una guía sobre el camino de Levante, (de la asociación amigos del camino de santiago de la comunidad valenciana), que fue el que decidimos seguir hasta pasar Zamora, y después conectar con el camino Sanabrés. ¿Porque no decidimos continuar por el camino francés que es el mas conocido? Pues básicamente porque este ya lo recorrimos durante el primer camino que hicimos, comenzando en Sarría hasta Santiago y lo hicimos por el camino francés, así por no repetir camino elegimos ir por el camino Sanabrés.

Estudiamos los kilómetros que deberíamos de hacer, los perfiles de los terrenos que íbamos a recorrer, poblaciones por las que íbamos a pasar y en las cuales debíamos de parar para comer, comprar o hacer noche.
 

En total sacamos que nos esperaban por delante unos 1000 kilómetros aproximadamente, repartidos en 14 o 15 etapas, y pusimos fecha de salida, el día elegido seria el 16 de Mayo, después de la romería de traslado a la virgen de los Remedios a La Roda.

Comenzamos los entrenamientos, sobre un mes antes de partir, saliendo todos los días que podíamos, y los fines de semana hacíamos tiradas mas largas de entre los 60-70 kilómetros. También comenzamos a salir algún día con las alforjas en las bicicletas y cargadas con botellas de agua para simular más o menos el peso que teníamos pensado de llevar. Y poco a poco se nos acercaba el día de partida.


Salida desde la plaza mayor de Fuensanta
Y llegó, el día 16 de Mayo, el despertador nos sonó a las 7 de la mañana, ya que queríamos salir lo más temprano posible, cargamos las bicis, nos compusimos nosotros, y a  las 9 de la mañana ya estábamos listos para partir, después claro de la despedida tan especial que nos hicieron familiares y amigos, en ese momento éramos un manojo de nervios.


 


Salimos desde la plaza mayor de Fuensanta, y nos dirigimos por la calle La Virgen para salir del pueblo y dirigirnos hacia La Roda, donde nos esperaba nuestro amigo Paco de Planet Bike, para despedirnos de él también, ya que nos ha ayudado mucho en preparar nuestras bicis y tenerlas a punto, así como con la equipación y ropa que llevábamos. Juan se ha encargado de hacer el diseño de nuestras camisetas personalizadas que hemos utilizado durante todo el viaje. Pasamos por La Roda, después Minaya, Casas de los Pinos y San Clemente, donde paramos a comer porque también nos esperaban unos amigos para despedirse de nosotros, y donde nos llevamos una grata sorpresa, ya que nuestra amiga Lorena nos había preparado una rica tarta de santiago para que nos la lleváramos. Continuamos la tarde hacia Las Pedroñeras, El Pedernoso, Mota Del Cuervo y  El Toboso, donde después de casi

Molinos de viento en Mota del Cuervo
100kilómetros terminamos la primera etapa, y paramos aquí porque nos habían hablado de la posibilidad de pernoctar en un convento, y nos agrado la idea. Las sensaciones del primer día habían sido muy buenas, aunque habíamos hecho muchos kilómetros, el tiempo nos acompaño para bien, y nosotros nos sentíamos genial.




Molinos de viento en Mota Del Cuervo

 



Mora (Toledo)
Segunda etapa, madrugamos, y para desayunar nos comimos la rica tarta de santiago que nuestra amiga nos preparó. Ese día nos quedaban por delante unos 80 kilómetros, desde El Toboso, hasta Mora (de Toledo). El camino fue muy llano durante toda la mañana, y rodamos bastante rápido, pasando por Quintanar de la Orden, La Puebla de Almoradiel, Villa de Don Fadrique, Villacañas, Tembleque, entre otros, pero durante la tarde el terreno cambió, y cuando comenzamos a introducirnos en enormes campos de olivos de las tierras de Toledo, hasta llegar a Mora nos esperaba una larga subida y elevada, y a media tarde terminamos nuestra segunda etapa en Mora.
 

 


Tercer día, desde Mora hasta Torrijos, unos 75 kilómetros, la mañana fue bastante amena, y rápida, ya que antes del medio día ya estábamos en Toledo, donde paramos unas horas para comer, visitar la ciudad, y algo muy importante, hacer la colada,  ya que en dos días no habíamos podido lavar la ropa, y el equipaje era limitado. En Toledo encontramos una lavandera autoservicio donde pudimos lavar toda nuestra ropa en poco tiempo. Nos detuvimos bastante en Toledo, la verdad, y se nos hizo un poco tarde para continuar, ya que aun nos quedaban unos 35 Kilómetros. hasta llegar a Torrijos. Pero durante toda la tarde tuvimos tiempo suficiente para llegar antes de ser de noche.
 
Llegada a Toledo

 
La cuarta etapa la comenzamos con un pequeño contratiempo, una vez recogido todo el equipaje, y las bicicletas preparadas y cargadas, ya casi a punto de salir del albergue municipal donde habíamos pernoctado la noche anterior, Juan se dio cuenta de que la rueda trasera de su bicicleta había pinchado y estaba en el suelo, ¡vaya faena!. Pues nada, a desmontar otra vez el equipaje de la bicicleta y arreglar el pinchazo, cierto es, que este pinchazo lo llevaba arrastrando desde el primer día, pero su cámara antipinchazos había hecho bien su trabajo. Fue rápido en hacer la reparación, y en menos de media hora ya estábamos rodando para comenzar etapa. Hoy ya llegábamos a la comunidad de  Madrid, y encima esa noche nos esperaba una grata visita. La mañana fue bastante amena pasando por bonitos pueblos como Maqueda, Escalona (donde paramos a comer en un tranquilo y fresco parque municipal), pero la tarde se presento mas complicada. Nada mas salir de Escalona, nos encontramos una fuerte bajada empedrada que tuvimos que bajar caminando, y a unos kilómetros encontramos un río, no muy profundo, que tuvimos que cruzar a pie, puesto que no había ningún puente para atravesarlo, después unos largos kilómetros de subida bastante complicada, y ya cuando el camino se mejoraba, nos soplo fuerte viento de cara. Llegamos a Almorox e íbamos bastante cansados, la verdad, pero aun nos quedaban aproximadamente unos 18 kilómetros para llegar a nuestro fin de etapa que era San Martín de Valdeiglesias. Sabíamos que nos quedaba un puerto de montaña que atravesar hasta San Martín, pero fue mas de lo esperado, nada tenia que ver con lo que nos ponía en las guías que llevábamos. Y esto termino de rematar nuestro día, muy cansados. Pero llegar a San Martín tuvo su recompensa, el hostal donde nos alojamos fue uno de los más bonitos de todo el camino, y la visita de nuestros primos de  Madrid nos hizo desconectar mucho,  porque el viernes ya sabíamos que iba a ser otro día duro también. 
Amanece el quinto día, viernes, y no comenzó nada bien. Nos levantamos muy cansados, Juan recibió una mala noticia de su trabajo, la cual nos hizo por unos minutos plantearnos el cancelar el viaje y volver a Fuensanta, aunque poco podríamos hacer nosotros con volver. Tomada la decisión de continuar, proseguimos el camino con muchas ganas de llegar a Ávila. Ya estábamos preparados para enfrentarnos a los temidos puertos de montaña de “Cebreros”, “Arrebatacapas” y “El Boquerón”, a si es que con esto lo digo todo, tres puertos en un día, unos 55 kilómetros, un día bastante caluroso, duro, muy duro, de los que mas en todo el camino, pero llegamos a Ávila, donde nos esperaba una gran recompensa, un día de descanso.

Y así fue, dedicamos el sábado para descansar, coger fuerzas, además de hacer colada, comprar ciertas cosas que nos hacían falta, y conocer la cuidad. Este día nos sentó al cuerpo genial.

 



Murallas de Ávila
El domingo continuamos con las pilas a tope, madrugamos bastante para salir temprano, además teníamos una etapa por delante de 90 kilómetros. La primera parada del día la hicimos en Gotarrendura, un pueblo tranquilo, bonito y conocido porque los padres de Sta Teresa de Jesús vivieron allí, donde se puede visitar parte de la casa y el gran palomar del siglo XV donde vivieron, nosotros lo visitamos. Continuamos hacia Hernandancho, Tiñosillos, Arevalo (donde hicimos la parada para comer), y por la tarde Ataquiles, San Vicente del Palacio, y Media del Campo. La etapa se dio muy bien, pese a los kilómetros que eran.

Octava etapa, donde ya nos adentrábamos en tierras Zamoranas. Durante este día decidimos cambiar nuestra filosofía del viaje, no hacer tantos kilómetros al día, y poder disfrutar un poco mas de las poblaciones por donde pasábamos. Y fue un gran acierto. El lunes andamos desde Medina del Campo hasta Toro, un recorrido muy cómodo, salvo la subida a Toro que fue dura dura. Pudimos llegar a primera hora de la tarde, descansar un poco, y dar un paseo por la cuidad, que tiene mucho para ver, y por supuesto probar sus famosos vinos. En Toro coincidimos con dos parejas de bicigrinos que también estaban haciendo nuestro mismo camino, salvo que ellos venían de Valencia, e iban más despacio que nosotros. Eran los primeros que nos encontrábamos en todo el camino.
 
 

Puente Romano en Zamora

 

 
Continuamos otro día más, desde Toro hasta Montamarta, pero haciendo una parada en Zamora, donde nos esperaban unos amigos. Rodamos muy rápido por la mañana, en menos de dos horas llegamos a Zamora, y allí hicimos una parada para visitar la cuidad y comer con nuestros amigos. La tarde comenzó a estropearse, se levantaron nubes y bastante viento, y proseguimos al mismo comer. A media tarde ya estábamos hospedados en nuestro destino. Nos libramos por los pelos de la lluvia.
 


 

Puente romano en Zamora
Novena etapa, en la cual ya dejamos el camino del Levante, para adentrarnos en el Camino Sanabrés, donde se va percibiendo la esencial real del camino, sobre todo a través de los paisajes y las construcciones de las poblaciones.  Salimos de Montamarta atravesando un gran pantano que hay cercano a la población, para encaminarnos hacia Tábara. Rodamos por un terreno bastante llano, de los pocos que nos quedan. Tras retomar el camino después del almuerzo, nos encontramos con otro bicigrino que iba solo y nos paramos un rato a conversar con él, a Juan le encanta conversar con los peregrinos, sean nacionales o no. Aunque después seguimos cada uno por nuestro camino, no sabíamos que después nos volveríamos a encontrar en el albergue, y seriamos compañeros de viaje unos días más. Actualmente es un gran amigo. Una de las cosas bonitas que tiene el camino son las personas que se cruzan y los lazos que nos unen. Algo que engancha. Llegamos a Santa Croya de Tera, nuestro fin de etapa, y nos alojamos en el primer albergue típico del camino, que ya lo estábamos deseando. Por la tarde visitamos una pequeña Hermita con mucha historia sobre el camino de Santiago, y sobre el apóstol. Es la Hermita románica más antigua de la provincia de Zamora, y donde se alberga la escultura más antigua que se conozca de santiago peregrino. La visita fue impresionante, sobre todo por la historia que ese lugar tiene. Pudimos disfrutar del lugar, y de la compañía de nuestro querido amigo José María de Fuengirola, que poco a poco íbamos estrechando lazos.

La siguiente etapa fue desde Sta Croya de Tera hasta Puebla de Sanabria. Un día estupendo para rodar, los caminos muy buenos, y los paisajes preciosos. Pasamos por pequeñas poblaciones como Calzadilla de Tera, Olleros de Tera (todos se llaman Tera debido al río que pasa por los alrededores), Rionegro del Puente, Mombuey, donde paramos a comer, y proseguimos la tarde por Cernadilla, que toma su nombre al cercano embalse, Asturianos, donde en un principio teníamos planteado hacer fin de etapa, pero el alojamiento que había era bastante pésimo, llegamos bastante temprano a la localidad, nos encontrábamos con fuerzas para hacer unos 15 kilómetros mas, y para allá que nos fuimos, hasta Puebla de Sanabria, y mereció la pena, llegamos a un albergue genial, y visitamos Puebla que es un lugar precioso.

El viernes, seguimos con la siguiente etapa, que comenzó bastante bien, buen tiempo, y concienciados de que el día iba a ser duro, teníamos por delante algún puerto de montaña, los terrenos iban cambiando y ya se notaba que nos íbamos adentrando a Galicia. Nuestro primer puerto después de toda la mañana, “El Padornelo” lo hicimos bastante bien, aunque el tiempo iba empeorando conforme avanzaba el día. Al llegar a Lubián, estaba bastante cubierto y con probabilidad de lluvia. Paramos a comer y a decidir que hacer, seguir o parar por hoy. Antes de acabar de comer la tarde empeoro y comenzó a llover y a levantarse mucho aire. Por lo que decidimos parar, y continuar al día siguiente. También nos vino muy bien la tarde de descanso, llevábamos 6 días sin parar.

 



 


El día siguiente amaneció peor que el anterior, había estado lloviendo toda la tarde y la noche anterior, y aun continuaba. La lluvia no era muy fuerte, se podía rodar, y nosotros decidimos proseguir el camino. Salimos bastante temprano, y nada mas salir, ya no enfrentábamos al primer puerto de montaña del día “A Canda”, la subida fue dura, pero llevadera, la lluvia nos respetaba. Pero la bajada hasta O Pereiro que era la población mas cercana fue bastante dura e incluso peligrosa, porque comenzó a llover fuerte, y al bajar mas deprisa las gotas chocaban contra la cara que parecían cristales rotos clavándose.  Paramos a almorzar y a esperar que amainara un poco la lluvia, cuando vimos un momento de tregua de lluvia, seguimos el viaje, pero poco duró, continuo lloviendo muy fuerte. Llegamos a A Gudiña, donde tuvimos que subir otro pequeño puerto. Y allí hicimos un paron largo. Consultamos con nuestro amigo José María, que iba unos kilómetros por delante de nosotros, ya que él debía de llegar antes a Santiago por motivos laborales, y nos recomendó no seguir, llovía demasiado, los terrenos eran impracticables y a penas íbamos a avanzar. A si que, después de varias horas de reflexión, sin parar ni un segundo de llover, y con las recomendaciones de nuestro amigo. Decidimos hacer un pequeño trayecto hasta Ourense en autobús, que era la cuidad mas cercana. Y donde nos volveríamos a reunir con nuestro amigo. La decisión fue acertada.

El domingo seguía lloviendo, la previsión era lluvia para todo el día,  y los terrenos eran bastantes complicados todo lo que nos quedaba. Puesto que íbamos bien de días, e íbamos cumpliendo con lo que llevábamos planificado, tomamos la decisión de pasar el día en Ourense, y proseguir al día siguiente, ya que la lluvia amainaría durante la tarde de ese domingo. La pena es que nuestro amigo tuvo que marchar hasta Santiago, él tenía que llegar el domingo, porque el vuelo hasta su localidad de origen salía el lunes.

Así fue, el lunes amaneció despejado, salimos temprano, la mañana se presentaba dura porque era todo subida hasta Cea, unos 22 kilómetros, fuertes subidas, pero con un buen tiempo. Proseguimos por Píeles, Oseira, A Gouxa, Castro Donzon, Puxallos, y otras poblaciones más pequeñas, hasta llegar a Lalín. Ultima noche antes de llegar a Santiago, los nervios comenzaban a aflorar, y creo que esa noche ninguno de los dos pudimos dormir mucho. Ya llevábamos 15 días de ruta y se nos acercaba el final.


 

Martes 31 de Mayo, ultima etapa, despertamos temprano, y nos pusimos en camino rápidamente, teníamos muchas ganas de llegar a Santiago, pero a la vez los nervios inundaban nuestros cuerpos, y nos daba mucha tristeza pensar que el camino estaba llegando a su fin. El día amaneció soleado, una temperatura ideal. Los caminos que rodamos por la mañana bastante rompe-piernas (subir y bajar), muy característicos de Galicia, y algunos intransitables, por lo que tuvimos que buscar alguna alternativa. Pasamos por Silleda, Bandeira, Ponte Ulla, Capela de Santiago, Aldrei, Piñeiro, todos pueblos preciosos. Según nuestras cuentas a media tarde estábamos a unos 4 o 5 kilómetros de Santiago. Cruzamos por un puente de los muchos que hemos atravesado para sobrepasar las vías del AVE, pero al llegar nos dimos cuenta que no era un puente cualquiera, si no el fatídico lugar donde descarrilo el Alvia que va desde Madrid a Santiago en Julio de 2013, la curva “A Grandeira”, en el barrio de Angrois. Un lugar que ponía los pelos de punta, y en el que nos detuvimos un momento para reflexionar. Decidimos seguir, ya sabíamos que en poco estaríamos en la famosa plaza Del Obradorio, escuchando las gaitas, y tirados en el suelo admirando la catedral con la satisfacción del haber llegado. Eso ansiábamos en ese momento. Pero se hizo duro hasta llegar. Seguíamos avanzando y haciendo kilómetros, unos 2 kilómetros antes de llegar, ya pudimos contemplar a lo lejos las torres de la catedral. Pero después fue todo subir y subir, duras cuestas con fuertes desniveles, calles empedradas, vaya, que hasta ultimo momento se nos exigía estar fuertes. La multitud de gente que comenzábamos a cruzarnos, nos avisaba que el final estaba a unos metros, y así fue, sobre las 18:30h del martes 31 de Mayo llegamos a la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela. Nos miramos por un momento y un fundimos en un largo y cariñoso abrazo, con los ojos llenos de lagrimas, emocionados y contentos de haber llegado y de haber conseguido nuestro reto. Una vez repuestos, y conscientes de lo conseguido, comenzamos a llamar a nuestras familias y amigos. Nos tumbamos por largo rato en la plaza, y nos hicimos las fotos de rigor.

Catedral de Santiago de Compostela. Pza. del Obradoiro
Fueron quince días de esfuerzo, aire, sol, lluvia, risas, alguna que otra lágrima, pero una satisfacción y felicidad plena. Una experiencia inolvidable, y recomendable 100%.

En la actualidad estamos pensando en nuestro próximo camino. Cuando y donde, aun no lo hemos decidido, pero seguiremos disfrutando de nuestra pasión del cicloturismo.

 

Juan Y María.



Camino de Santiago Fuensanteño, del Levante y Sanabrés.

domingo, 15 de mayo de 2016

QUE LLEVARNOS AL CAMINO EN LAS ALFORJAS

Hola amigos.

He de deciros que estos dos últimos días han sido de locos. Teníamos que dejar el trabajo organizado para 3 semanas, organizar un evento y terminar de cerrar las alforjas. 

Bueno, pues os debía este post. ¿Que nos vamos a llevar en las alforjas?

Os pasamos a detallar todo el material. Optimizando espacio e intentando cubrir las necesidades de este viaje. Dado a que el alojamiento mas humilde sera en albergues o algún posible convento, no necesitaremos la tienda de acampada ni los utensilios de cocina y demás cosas. 



- Vamos con la lista:

ROPA
  • 2 Culotes
  • 1 Perneras
  • 2 manguitos
  • 1 pantalón largo desmontable 2 en 1
  • 1 camiseta de algodón
  • 2 camisetas técnicas
  • 1 chubasquero
  • 1 Chaqueta 
  • 3 bragas
  • 2 Sujetadores deportivos
  • 2 Calcetines
  • zapatillas de trekking
  • chanclas de ducha
OBJETOS
  • Gafas de sol
  • Libreta pequeña y un boli
  • Navaja
  • Saco de dormir
  • Esterillas
  • Guía impresa del camino

PARA LA BICI
  • Casco
  • Guantes
  • Chaleco reflectante
  • Alforjas impermeables
  • Luz delantera y trasera
  • Cuenta kilómetros
  • GPS
  • Candado para atar la bici y candado para atar el sillín
  • 3 Botellines
  • 2 Cámara de repuesto
  • Parches
  • Herramientas para cambiar las ruedas
  • 2 Pulpos
  • Bridas 
  • Pie de cabra
  • Herramienta multiusos
  • Troncha cadenas
  • Eslabones.


En los pueblos grandes hay tiendas para bicis. Cualquier percance se puede solucionar.

ELECTRÓNICA
  • Movil Samsung S6 para fotos y vídeos diarios y Camara SJ4000 para el documental.
  • Palo selfie.
  • Cargador de las cámaras y móvil
  • Ipod
  • Cargador externo.
  • 2 Ladrón de enchufes
  • GPS Garmin etrex20
  • Relog Garmin GPS
ASEO
Todo en miniatura. Suficiente para 15 días.
  • Toalla – seca rápido de Decathlon
  • Desodorante
  • Shampoo/acondicionador
  • Hidratante
  • Filtro solar
  • Cepillo y pasta de dientes
  • Peine
  • Toallitas dodot 
  • Gillete
MEDICINA
  • Tiritas
  • Ibuprofeno
  • Vaselina.
  • Betadine
  • Gasas
  • Fortasec
  

Y POR FIN!!!!      HASTA MAÑANA A LAS 8:30H, SALIMOS DESDE LA PLAZA MAYOR DE FUENSANTA.   VAMOOOOOOOOOOOOOOOOOOSSSSSSSSS.....



jueves, 12 de mayo de 2016

ETAPAS DEL CAMINO FUENSANTEÑO

- ATENCIÓN -
ESTAS ETAPAS SON ORIENTATIVAS PARA DISTANCIAS CICLOTURISTAS
PUDIENDO PARAR ANTES POR ALGÚN IMPREVISTO

NUEVA PESTAÑA - ETAPAS-

PINCHAR EN EL MAPA PARA VER LAS ETAPAS


lunes, 9 de mayo de 2016

PLANIFICANDO LAS ETAPAS

Hola a todos!

Nos preguntáis mucho el tema de las etapas... ¿cuantos kilómetros vais hacer? ¿cuanto tiempo vais a tardar?

"El secreto esta en disfrutar de esta aventura". Y para ello debemos evitar caer en el error de pensar que es una carrera al intentar acabar a toda costa las etapas, agobiarnos por cualquier imprevisto o cualquier problema físico, mecánico o psicológico.

- Vamos a enumerar cuales han sido los puntos clave para establecer las etapas con las bicicletas con alforjas:


1. Con la guía en mano y con los tracks de las etapas del camino del Levante y Sanabres a pie (para nuestro GPS etrex20 de Garmin en la pantalla del ordenador). Vamos a ir analizando los kilómetros y desniveles que nos vamos a encontrar en cada etapa.

2. Tenemos que tener en cuenta que aunque nos fijemos un punto de destino. Podemos tener una avería, encontrarnos mal o cualquier imprevisto. Tenemos que identificar los posibles "albergues, conventos, monasterios, hostales o ayuntamientos" donde tendremos que recurrir en caso de tener que pernoctar en otro destino distinto al previsto.

3. Pensar a largo plazo. Normalmente salimos con la bicicleta 2 horas de ruta a tope hasta fundirnos. En este caso, tenemos 8 o 9 horas para realizar entre 60 o 100 kilómetros al día dependiendo de la dureza del perfil de desnivel. No es lo mismo rodar en el inmenso llano de Castilla la mancha (donde podemos hacer etapas más largas) aunque con el viento de cara como enemigo. A, tener que escalar algunos puertos que nos encontraremos por Ávila u Orense que nos tendremos que conformar con hacer 60 humildes kilómetros para luego disfrutar de los pueblos, gentes y demas.

Con el equivalente: 

- A mayor desnivel+, menos km a pedalear.
- A menos desnivel, más km a pedalear.

Digo esto, porque hay que dosificar fuerzas. Porque al día siguiente hay que volver a pedalear... y al día siguiente y otro día y así hasta 14. Las etapas que nos hemos propuesto rodar.
Este es el planteamiento. El cual puede variar según se de la cosa. Porque como todo. Una cosa es la teoría y la otra la práctica, jeje.

Ah! Se me olvidaba. Disponemos de 2 días libres como comodín. 
Uno, esperamos que sea el día de descanso merecido en Santiago de Compostela . Una vez terminado. Y el segundo día, Quizás Ávila sea un alto en el camino tras una semana de pedaleo. A no ser, que lo tengamos que utilizar por emergencia por cualquier imprevisto. (Toquemos madera y crucemos los dedos jeje)